La entrada en vigor de la Ley Orgánica de regulación de la eutanasia en España, el pasado mes de junio (la ley fue aprobada en marzo en el Congreso de Diputados), ha hecho emerger una nueva necesidad de apoyo emocional para parte de los profesionales de la salud implicados en estos procesos. Pese a que la asistencia y acompañamiento a la muerte solicitada por el paciente todavía es incipiente en nuestro país y que el número de casos es limitado, algunos profesionales ya han manifestado, de forma pública o privada, el impacto emocional que les ha causado esta experiencia. Por este motivo, Fundación Galatea quiere recordar a los profesionales de la salud que atiendan solicitudes de eutanasia de sus pacientes y que requieran algún tipo de apoyo emocional y/o psicológico que pueden contactar con la unidad de acogida para que la equipo de expertos valore qué recurso asistencial es el más adecuado a sus necesidades y situación.
Un artículo reciente publicado en el diario 'La Vanguardia' (Primeres eutanàsies, publicado el día 28 de octubre de 2021 y firmado por Ana Macpherson) se hacía eco de las vivencias, emociones y sentimientos de seis profesionales de la salud que habían atendido la petición de eutanasia de algún paciente. “Todos reconocen el impacto emocional de esta nueva labor que se les ha contagiado. Todos se han sentido satisfechos de haberlo hecho lo mejor que han podido”, resume el artículo.
A continuación, reproducimos algunas de las frases que muestran el impacto emocional de la experiencia vivida por estos profesionales:
“Estábamos muy tristes (…), pero me siento satisfecha de que saliera bien, que no sufriera más de lo que había sufrido”
“Tenía tanto miedo a no hacer lo correcto que llamé a mucha gente. (…) He aprendido mucho de mí misma. Lo pasé mal, una gran soledad, pero estoy satisfecha. Al final pude hacerlo bien”
“No lo dudé, pero una cosa es el concepto y otra, hacerlo. Lloré muchas veces en los días posteriores, pero me tranquilizaban sus palabras: Quédate tranquilo, estaré bien… has sido un amigo”.
“Técnicamente no es muy diferente a cuando planteas tratamientos, pero emocionalmente es mucho más complicado. No es fácil despedirse. Suerte de trabajar en equipo”
“Estaba muy implicada. Sabía que tenía que hacerlo yo. Le echo mucho de menos, pero permitirle descansar en paz supera cualquier otra emoción. Hice lo que tenía que hacer, estoy orgullosa de ello”
“Los plazos se cumplían y no había respuesta. Murió sedada fuera de plazo. No cómo ella había querido ni cómo lo había preparado”
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