La factura emocional que la pandemia está pasando a los profesionales de la salud es algo más que evidente. La demanda de atención psicológica en todos estos meses ha aumentado en un 30%.
En este artículo publicado en el diario ARA, la periodista Lara Bonilla comparte los testimonios de Marta (nombre ficticio), enfermera de urgencias del Hospital de Bellvitge, y Maribel, psicóloga y educadora social. Ambas han sufrido las consecuencias emocionales y mentales de la situación de presión asistencial e incertidumbre que ha provocado la COVID-19. Cuando ya no pudieron más decidieron pedir ayuda y acudieron a la Fundación Galatea para empezar su proceso de recuperación.
Si estás viviendo una situación de sufrimiento emocional debido a la COVID-19, recuerda que tienes a tu disposición el Servicio de Teleapoyo Psicológico (900 670 777).
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